Esta novela rompió el estilo que imperaba en la novela española de posguerra. El realismo con lenguaje sencillo y descripción testimonial, es cambiado por un lenguaje culto. Los hechos concretos son precedidos por reflexiones sobre los mismos;el lector ha de esforzarse para comprender la conexión entre ambos. Los puntos de vista narrativos son variados. Se emplea la primera persona la segunda y la tercera. Hay un narrador omnisciente y ,en algún momento,varios personaje se convierten en narradores. Se intenta aportar distintas maneras de ver la realidad, pero el estilo del autor se nota en todos ellos. Cada personaje aparece retratado por su comportamiento ante circunstancias dadas. Ninguno de ellos está plenamente definido como ser humano. En ninguno de ellos hay unos sentimientos claros de generosidad, nobleza,bondad, amor,etc. Incluso la maldad parece ser un arrastre que los personajes padecen por las circunstancias. Acaso Dorita y Pedro se enamoran, pero sus sentimientos son expuestos con ambigüedad: Pedro es arrastrado a una relación por su debilidad de carácter y su necesidad de compañía femenina. Dorita se presta a la relación para resolver su futuro y salir de su situación como hija ilegítima. El amor no es el origen de sus relación,más bien parece un intercambio de necesidades. Matias es un aristócrata ocioso capaz de sacar todo su sarcasmo en su borrachera (p104). "El Muecas", "Cartucho", Amador, las hijas de "El Muecas", su mujer, todos forman un grupo de de recolectores de escombros en un infierno creado por ellos mismos, según el enfoque del autor. En la crítica feroz de la novela, el pueblo español es el responsable de sus males:"con el peso cerebral disminuido por la dieta monótona..."(p8). Estos conceptos debieron complacer a los censores de la época, ya que las dictaduras se justifican a si mismas cuando el pueblo es ignorante e inmaduro para tomar las riendas de su destino. En la novela, la crítica directa a autoridades o poderes del estado se reduce a alguna alusión de los precarios medios para la investigación, y sobretodo en el desesperado monólogo final del protagonista que da sentido al titulo de la novela: opresión e imposibilidad de quejarse.
En lo que a pasar la censura se refiere,el autor sitúa los hechos de la novela en el año 1949, es decir doce años antes de su publicación en 1961,con lo que se sugiere que los acontecimientos de la narración son un pasado superado. Además,en la época existía una necesidad de culturizar al pueblo. A partir de 1959 el régimen político tuvo que abandonar el sistema oligárquico-ese que obligaba a pedir permiso al Ministerio de Comercio para la importación de ratones para experimentar ,(p8)-con apertura a Europa y a Norteamérica. principalmente. En esa situación el atraso del pueblo podría ser un problema. Por entonces corrían eslóganes que decían: "Menos fútbol y más literatura". Y los más instruidos sentían necesidad de profundidad narrativa, incluidas reflexiones, más o menos filosóficas, que la novela expone. La presencia del autor se nota tanto en personajes como en situaciones. Algunos ejemplos son: en un momento dado el personaje "El Muecas" se sale de sus características para hacer un referencia culta a los salmos del rey David:"Es cosa sabida que el calor da vida. Como en la seguidillas del rey David" (p62). O en el relato que el narrador hace de la conferencia,que sin nombrarlo, todo parece indicar que la imparte Ortega y Gasset(p163 y 172).En este pasaje el autor ironiza y aporta su opinión tanto sobre el maestro como sobre el público que le escucha. En la página 163 describe el discurso de la manzana recalcando las pausas que sugieren un tono pedante del maestro. En la página 172 refiere así al maestro:"El profesor se aleja;....Rodeado de su sabiduría como un gran navío se contonea lentamente antes de hacerse a la mar." En la actualidad cabría preguntarse:¿somos los pueblos responsables de nuestros males?
TIEMPO DE SILENCIO. Luis Martín Santos
ResponderEliminarCOMENTARIOS. (1ª PARTE)
Texto:Rafael Torres Octubre 2012
Esta novela rompió el estilo que imperaba en la novela española de posguerra. El realismo con lenguaje sencillo y descripción testimonial, es cambiado por un lenguaje culto. Los hechos concretos son precedidos por reflexiones sobre los mismos;el lector ha de esforzarse para comprender la conexión entre ambos.
Los puntos de vista narrativos son variados. Se emplea la primera persona la segunda y la tercera. Hay un narrador omnisciente y ,en algún momento,varios personaje se convierten en narradores. Se intenta aportar distintas maneras de ver la realidad, pero el estilo del autor se nota en todos ellos.
Cada personaje aparece retratado por su comportamiento ante circunstancias dadas. Ninguno de ellos está plenamente definido como ser humano. En ninguno de ellos hay unos sentimientos claros de generosidad, nobleza,bondad, amor,etc. Incluso la maldad parece ser un arrastre que los personajes padecen por las circunstancias. Acaso Dorita y Pedro se enamoran, pero sus sentimientos son expuestos con ambigüedad: Pedro es arrastrado a una relación por su debilidad de carácter y su necesidad de compañía femenina. Dorita se presta a la relación para resolver su futuro y salir de su situación como hija ilegítima. El amor no es el origen de sus relación,más bien parece un intercambio de necesidades. Matias es un aristócrata ocioso capaz de sacar todo su sarcasmo en su borrachera (p104).
"El Muecas", "Cartucho", Amador, las hijas de "El Muecas", su mujer, todos forman un grupo de de recolectores de escombros en un infierno creado por ellos mismos, según el enfoque del autor. En la crítica feroz de la novela, el pueblo español es el responsable de sus males:"con el peso cerebral disminuido por la dieta monótona..."(p8). Estos conceptos debieron complacer a los censores de la época, ya que las dictaduras se justifican a si mismas cuando el pueblo es ignorante e inmaduro para tomar las riendas de su destino. En la novela, la crítica directa a autoridades o poderes del estado se reduce a alguna alusión de los precarios medios para la investigación, y sobretodo en el desesperado monólogo final del protagonista que da sentido al titulo de la novela: opresión e imposibilidad de quejarse.
TIEMPO DE SILENCIO. Luis Martín Santos
ResponderEliminarCOMENTARIOS. (2ª PARTE)
Texto:Rafael Torres Octubre 2012
En lo que a pasar la censura se refiere,el autor sitúa los hechos de la novela en el año 1949, es decir doce años antes de su publicación en 1961,con lo que se sugiere que los acontecimientos de la narración son un pasado superado. Además,en la época existía una necesidad de culturizar al pueblo. A partir de 1959 el régimen político tuvo que abandonar el sistema oligárquico-ese que obligaba a pedir permiso al Ministerio de Comercio para la importación de ratones para experimentar ,(p8)-con apertura a Europa y a Norteamérica. principalmente. En esa situación el atraso del pueblo podría ser un problema. Por entonces corrían eslóganes que decían: "Menos fútbol y más literatura". Y los más instruidos sentían necesidad de profundidad narrativa, incluidas reflexiones, más o menos filosóficas, que la novela expone.
La presencia del autor se nota tanto en personajes como en situaciones. Algunos ejemplos son: en un momento dado el personaje "El Muecas" se sale de sus características para hacer un referencia culta a los salmos del rey David:"Es cosa sabida que el calor da vida. Como en la seguidillas del rey David" (p62). O en el relato que el narrador hace de la conferencia,que sin nombrarlo, todo parece indicar que la imparte Ortega y Gasset(p163 y 172).En este pasaje el autor ironiza y aporta su opinión tanto sobre el maestro como sobre el público que le escucha. En la página 163 describe el discurso de la manzana recalcando las pausas que sugieren un tono pedante del maestro. En la página 172 refiere así al maestro:"El profesor se aleja;....Rodeado de su sabiduría como un gran navío se contonea lentamente antes de hacerse a la mar."
En la actualidad cabría preguntarse:¿somos los pueblos responsables de nuestros males?
ME HA GUSTADO, por lo preciso.
ResponderEliminarHasta que la humanidad no se ponga de acuerdo, siempre habrá un "tiempo de silencio"
MªJesús